jueves, 18 de octubre de 2012

Supongo que a veces pasa....

No es lo que uno se espera en un cumpleaños pero así fue ..... No digo que yo sea una de esas personas demasiado amigables a las que todo el mundo espera visitar el día de su cumpleaños. Caso contrario de la mayoría de las personas, no suelo disfrutarlos mucho, sin embargo este último deja mucho que desear.



Comenzó como cualquier día para mí, temprano por la mañana la ducha, vestirse, el desayuno y salir, curiosamente en casa sólo estaba mi mamá quien por cierto, no me felicitó, la verdad disfruté su descuido pues como les dije anteriormente no soy una persona festiva.

El resto del día pasó muy gris, todo estaba extrañamente calmado, extrañamente normal, algo que me hizo sentir algo angustiada pues normalmente mi vida no se maneja tan fácilmente. Nadie parecía recordarme o al menos notar que yo estaba por allí.

Por la tarde caminando no sé por donde, en dirección  a no sé que lugar, hablé con mi prima por teléfono, sonaba..... pues, normal. Al hablar con ella comencé a deprimirme en realidad nadie recordaba que ese día era mi cumpleaños.... que desgracia.

Recuerdo que le dije: Hey  ¿recuerdas qué día es hoy?
-Miércoles me parece ¿No?, bueno en fin como te venía diciendo....-
-Es mi cumpleaños....
-¿Qué? ¿Hoy? Chamaaaaaaa no lo puedo creer, hay prima discúlpame.....
-No, está bien.... sólo quería que lo supieras....

Dibuje una falsa sonrisa en mi cara, terminé de hablar con ella y seguí con mi día. Para mi sorpresa, no habían olvidado mi cumpleaños, sólo se inventaron una de esas fiestitas sorpresas en casa de alguien. casa de alguien que realmente no conozco y con un montón de gente más amiga de mis primos que mía, en fin....

Noté que la casa era amplia, la brisa circulaba libremente dándole a cada espacio esa sensación de frescura, con un vaso de plástico en mano recorrí todo los salones buscando eso (que no sabía qué era) que faltaba aún ese día, finalmente lo encontré como a las 2 horas de estar en aquella casa grande.

Sentada en una habitación frente a un televisor estaba cuando mi mamá llegó de repente a anunciarme que debíamos irnos ya.
-¿Por qué? pregunté.
-No sé que pasó pero alguien se murió... no lo entiendo no sé.... recoge tus cosas ya.

¡Ahí! ahí estaba lo que faltaba, recorrí la casa nuevamente en busca del "difunto" resultó ser el novio de una muchacha rubia que vi cuando llegué, estaba sentado sobre un sofá de cuero rojo, si hacer el mínimo movimiento y con una chaqueta de jean cubriéndole la cara. Todos gritaban y la chica rubia lloraba.

Yo simplemente me quedé allí, viendo al fulano difunto al que no conocía pero ahora, ya supuestamente muerto llamaba mi atención. En el instante en el que decidieron llamar una ambulancia o algo así el chico muerto chilló, comenzó a revolcarse, la chaqueta cayó sobre sus piernas y pude ver sus ojos volteados hacia atrás, tenía la lengua afuera y sólo emitía ruidos extraños.

Mientras todos se asombraban e intentaban reanimarlo yo sólo podía observar que era un chico blanco, algo delgado, su cabello era castaño y ondulado, algo desordenado para mi gusto que simplemente estaba terminando de morir y así parada donde estaba me sorprendí con una media sonrisa algo entretenida con el extraño regalo de cumpleaños que el universo había hecho para mí....

Fin.
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Supongo que a veces pasa.... por Alejandra Teran se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

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